Sabemos que tu perro es bueno, pero hay momentos donde controlarlo se te vuelve una tarea imposible, a veces frustrante que ocasiona algunos problemas con tu familia, amigos, vecinos o entorno.
Lo primero a tener en cuenta es que una cosa es educar y otra bien distinta reeducar o rehabilitar, para que entiendas exactamente en qué punto esta tu perro y tu relación con él debes saber en qué se diferencian estos términos. Cuando tu perro ha adquirido algunos malos hábitos, se debe a que en el transcurso de su educación, hay algunas partes que no se han gestionado correctamente y eso influye directamente en el comportamiento del perro.
Cuando se trata de reconducir se trata de un proceso de nivel bajo o medio de dificultad en cuanto al tiempo de resolución, eso dependerá en mayor medida de la constancia y predisposición de la persona implicada en el proceso. Cuando hablamos de reconducir nos referimos a modificar algunas malas conductas que ha adquirido el animal siendo estas de un grado medio que normalmente el propietario puede rectificarlas desde casa con nuestra ayuda.
En cambio en rehabilitación, debido a que el grado del problema de conducta es mucho mayor requiere del trabajo de un profesional, en esos casos es cuando el perro viene a nuestro centro de psicología animal y trabajamos directamente con el perro, además de ir formando al propietario a su vez.
Cuando notas que tu perro tiene conductas que no comprendes a qué se deben y que hacen que ciertos momentos te sean difíciles de gestionar. Este es tu espacio si :